1550
Nombrado gobernador de Tívoli en 1550, el cardenal Ippolito II d'Este, miembro de la poderosa familia Este de Ferrara, empezó a comprar propiedades para construir la villa de sus sueños, que rivalizaba con la grandeza de las antiguas fincas romanas. Imaginó un lujoso refugio campestre que pusiera de manifiesto su riqueza e influencia, así como su amor por las artes y la antigüedad clásica. Ippolito encargó al arquitecto Pirro Ligorio que transformara una ladera estéril en una obra maestra renacentista.